Quiero contarle mi experiencia personal desde que leí su primer libro “Padre Rico, Padre Pobre” al día presente.

Leí su libro “Padre Rico, Padre Pobre” por la primera vez en los finales de 2012 y de esta fecha y adelante, no he dejado de leer sus libros. Tengo la colección completa me falta leer los demás.

En el principio del año siguiente inicié el programa de “Rich Dad Coaching”. En menos de 3 meses, mi forma de pensar cambió dramáticamente. He desechado todos mis viejos pensamientos con los nuevos que ha mencionado en sus libros, y principalmente me estoy educando financieramente. Hasta he contratado a un especialista de finanzas que me da clases semanales para enseñarme manejar mejor mi negocio sobre el fundamento de estados financieros.

Después de leer “Padre Rico, Padre Pobre” y “El Cuadrante de Flujo de Caja” he comprado varias propiedades en alquiler usando sus consejos y todos los componentes de la guía de comprar bienes raíces y todos me dan flujo de caja positivo mensualmente y seguiré comprando durante el año. Pienso que el cielo es el límite. No sé hasta dónde voy a llegar. Sólo sé que llegaré muy lejos y pronto alcanzo mi libertad financiera.

Actualmente estoy reestructurando mi negocio sobre la ideología del triángulo N-I y he progresado bastante con todo el conocimiento adquirido por sus libros y con la ayuda de mi coach. Un factor muy importante que he aprendido es lo de la “CARIDAD”. El hecho de ayudar a otros me la fuerza de seguir adelante con mis metas. Me da mucha paz y tranquilidad poder dar.

Hay muchos términos y conceptos que no entendí en sus libros y en el program de “Rich Dad Coaching” pero con el apoyo enorme de parte de mi coach alcancé entenderlos. Ella me dedicó cuanto tiempo fuera necesario para que entendiera yo y si no fuera por ella, no estaré en donde me encuentro ahora. Aún tengo mucho por lograr y espero que mi coach seguirá apoyándome por mucho tiempo. Recomiendo a lo máximo que todos se inscriban en el programa de “Rich Dad Coaching”. Le dará más sabiduría.

Gracias por esta oportunidad.

— Hildan A., Guatemala

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